Decidimos hacer un cambio de escenario y elegimos el barrio de Parque de los Patricios.
En el corazón de sus plazas encontramos al mítico café "El Globito". Desde la puerta se anuncia con respeto: "Usted está ingresando a un pedazo de historia de Parque de los Patricios". El aroma a rica y aceitosa muzzarella de la pizzería, que también funciona en el lugar, lo inunda todo.
Nos sentimos visitantes ya al ingresar, levantan con disimulo la mirada para vernos sentar en las mesas equivocadas. Se trata de un café típico de parroquianos del barrio que se reúnen a ver partidos y mezclar la política con pizza y cortados. Nos dijimos: Ya que entramos en la cancha, juguemos; y pedimos un Café con leche completo (acompañado de una panera de tostadas con mermelada y manteca) y un Capuchino Italiano. Las tostadas nos hicieron acordar a las de nuestras mamás: con el color, el grosor y la temperatura justas para que la manteca se derrita sobre ellas.
Eramos bichos extraños, dos paparulos a los que se le ocurría merendar en la prevía a un partido. Cerveza tirada, Coca-Cola como excepción y empanadas de entrada se pide en este lugar, parecía decirnos el mozo "Marcelito", cada vez que se acercaba a la mesa.
Se respira fútbol, en la ambientación, en los colores, en su gente, en los clientes. Logramos escuchar algunas conversaciones. A lo lejos se habla de política, de fútbol, de El Globo..no se nombraba la B, ni el campeonato local. Argentina y la Copa América son las estrellas. Llegan algunos más y se arma la previa, la tribuna frente al televisor, los nervios pre-partido.
¿Cuántos gritos, discusiones de directores técnicos de bar, cuántas lágrimas de señores cuarentones habrá visto esa misma taza donde estábamos tomando café? Cuánta historia representada en los cuadritos de las formaciones que alguna vez vieron campeón al Huracán de sus amores, enmarcada en el cartel que anuncia "cerveza suelta".
Tenían razón en la entrada estabamos entrando a un pedazo de la historia de Parque Patricios. Pero se equivocaron los parroquianos, nosotros también queremos al Globo, somos hijos adoptivos de este barrio.