jueves, 13 de octubre de 2011

Café La Biela: motor social de Recoleta



En el cruce de Avenida Quintana y Ortiz , encontramos la mítica esquina del Café La Biela. Punto de reunión de las vecinas de Recoleta, de fanáticos y héroes del automóvilismo y de celebridades del espectáculo y la literatura.

Cambió de nombre en numerosas ocasiones hasta dar, en 1950, con el perfecto. La biela es una de las partes más importantes del motor de un automóvil. Y de igual manera, La Biela fue uno de los primeros y más importantes centros gastronómicos y de reunión social de la zona.



Su patio sobre la terraza, con vista a la Iglesia y al Cementerio de Monjes Recoletos, es uno de los más codiciados centros de reunión del barrio. Tanto es así que el precio de la carta es mayor alli que el precio en el salón. Decidimos entrar al salón y descubrir que aire se respira dentro.




Pedimos nuestras clasicas tostadas completas y café con leche para dos y una sorpresa del menú: croissants franceses. No tan mantecosos ni grandes como los parisinos pero sorprendentemente ricos. Extrañamos la espuma de "máquina" en el café servido a mano por un excelentísimo mozo.




Mientras lo disfrutamos no podemos evitar mirar a nuestro alrededor. ¿Qué tipo de personas se acercan a La Biela? A la numerosa cantidad de turistas y gente de vista, como nosotros, se suman las señoras que comparten el abundante "Té La Biela con masas". En un costado un pequeño grupo de señores miran, por el único televisor del salón, un partido más del fin de semana, mientras recuerdan viejas época de popularidad del automovilismo.


El salón hace pensar en un centro automovilístico de lujo e increíblemente refinado. Dentro del salón se destacan las sillas con una biela tallada en los respaldos que hacen juego con las partes de antiguos autos que cuelgan de las paredes. Radiadores, antiguas bocinas y fotos de Juan Manuel Fangio junto a mozos de gran amabilidad y perfecto moño.


El gran equilibrio de La Biela entre un ambiente refinado y un centro de reunión "tuerca", mueve el motor social de Recoleta.