Fin de semana de escapada a Colonia del Sacramento, Uruguay. No pudimos evitar buscar un buen lugar donde tomar café.

Al cruzar la puerta sentimos ingresar a una pequeña y antigua casa de muñecas en toda su "rosadez". Un sinfín de detalles delicados y tan femeninos sorprenden nuestra mirada: floreritos de colores, vasos de diferentes colores y formas, la carta de estilo pin up, sombreros y tocados junto a un espejo en el recibidor.
Rodeados de esta ambientación no nos sorprenden las delicadas tazas de porcelana del café pintadas con flores rosas. El café no se destaca pero cumple con el pedido: un café chico y un cortado para relajarnos luego de un suculento almuerzo colonial. Completan la carta de Amanda, pequeños sándwiches y tentempiés, además de un surtido de postres y meriendas, entre los que se destacan los scons con mermelada casera.
Es difícil salir del ensueño floreado y rosado. Cada detalle endulza aún más la pequeña taza de café: manteles de colores pasteles, una antigua máquina de coser, ovillos de lana y la delicada presentación de la cocina.
Seguimos nuestro recorrido por Colonia y su casco histórico. El aroma del café, esta vez, nos dejó un sabor de dulce en flor.
yo también amé Amada ;)
ResponderEliminarhttp://fetichesdecarton.blogspot.com/p/salgamos-de-pueblo.html
Silvia, ¡es un hermoso lugar definitivamente!
ResponderEliminar¡Gracias por seguir el aroma del café y por tu comentario!
Saludos